viernes, 16 de septiembre de 2011

El Emirato de Qatar encarga al estudio español de arquitectura RFA Fenwick Iribarren Architecs un innovador complejo deportivo para las carreras de camellos

Desarrollará el primer monorraíl para “camellódromos” del mundo. Es uno de los proyectos más originales y sorprendentes puestos en marcha en la actualidad.

El emirato árabe de Qatar ha encargado al estudio de arquitectura español RFA Fenwick Iribarren Architects, liderado por Mark Fenwick y Javier Iribarren, la creación y el diseño de un nuevo e innovador complejo deportivo para la visualización y el seguimiento de las populares carreras de camellos en la ciudad de Doha (Qatar). Se trata del diseño del primer “camellódromo” del siglo XXI que supone un cambio tanto en la forma de seguir las carreras de camellos como en la propia fisionomía de la ciudad, principalmente en las áreas más próximas.
Las carreras de camellos son un deporte tradicional dentro del mundo árabe y son seguidas con auténtica pasión por el público en general.

En la actualidad, los camellos que participan en las carreras son guiados cada uno de ellos por un robot jockey teledirigido mediante control remoto por un operador que maneja a su respectivo camello de forma paralela desde un coche 4×4. En ocasiones a estos 4×4 se le suman coches de medios de comunicación, de seguridad, coches VIP, y ambulancias. Esto significa un elevado número de vehículos circulando paralelamente junto a la pista de carreras y origina una gran contaminación, ruido y un gran consumo de combustible, sin olvidar lo peligroso que puede llegar a ser.

La solución propuesta por el estudio de Mark Fenwick y Javier Iribarren es un sistema de movimiento lineal de 150 metros de longitud colgado de una gran viga a modo de monorraíl, donde se sitúan los operadores de estos robots.

Se implementa también un vagón móvil en la zona superior del monorraíl que permite a 450 invitados seguir el desarrollo de la carrera a pocos metros de la misma, a una velocidad coordinada con la de los camellos, aproximadamente de 60 kms por hora. De esta forma se consigue que operadores de robots e invitados sigan la competición dentro de los vagones visualizando las carreras en primera línea.
 Con esta nueva configuración, el confort del espectador está asegurado mediante la última generación de facilidades de visión de la carrera, servicios y necesidades. La idea más sorprendente e inédita desarrollada por RFA Architects es la supresión de los coches viajamdo alrededor de la pista de camellos por un sistema de movimiento elevado que permite a los operadores de los jockeys teledirigidos seguir la carrera seguros y cómodamente, a la vez que se mejora el cuidado medioambiental.

La cubierta del “camellódromo” es textil y desde el aire la planta del conjunto se asemeja a un camello sentado. Durante la noche los elementos traslúcidos brillan en el desierto y una torre sirve de icono y referencia desde la ciudad de Doha.

Esta estructura no se ha realizado nunca anteriormente en una instalación deportiva, y Qatar se convertirá en el primer país en desarrollar este tipo de tecnología del siglo XXI para un deporte de raíces medievales. Este es uno de los proyectos más originales y sorprendentes en el mundo puestos en marcha en la actualidad.

Para Mark Fenwick y Javier Iribarren, socios de RFA Architects, “actualmente convivimos con tecnologías y artilugios comunes en nuestras vidas que en un primer momento parecieron lejanos e impensables. Apostar por la creatividad y la investigación hace posible imaginar otras y nuevas soluciones para un mundo en constante movimiento.”

Orígenes de las carreras de camellos
Para los países del Golfo las carreras de camellos se identifican con las raíces más populares y atávicas de su ciudadanía porque el camello está entroncado con la supervivencia de la población de la zona.
Hace una década, eran niños quienes hacían de jockeys de los camellos en las carreras debido a su pequeño tamaño y bajo peso, lo que hacía que el camello fuese más rápido. Debido a que este hecho suponía una práctica de explotación infantil, fue en el año 2005 cuando se sustituyen a estos pequeños amazonas por “robots” a modo de jockeys teledirigidos por control remoto.

Construmatic