viernes, 26 de noviembre de 2010

Pabellones de arbolado. EstudioAF.

El proyecto, entendido como un único sistema de pabellones, permite la repetición y la seriación para dotar de unidad a la imagen del servicio, atendiendo principalmente a la topografía y al plano de apoyo, modificando ligeramente el punto de contacto con el suelo, la rampa de acceso, y la distribución interior en función de las necesidades del distrito, que no son siempre las mismas de uno a otro. La variación de colores empleados permite customizar o personalizar cada pabellón y responde, además, a criterios de relación con la jardinería y con los colores corporativos del servicio.


 


Más que un pabellón de jardinería podría considerarse que realmente hemos querido construir una casa para jardineros, movidos por la particular relación que éstos suelen establecer, más allá de lo estrictamente profesional, con “sus” plantas y árboles. Habitualmente este tipo de instalaciones son entendidas como meras infraestructuras y presentan un carácter marginal. Esta vez, afortunadamente, nos han dado la oportunidad de invertir la situación. La primera decisión fue colocar los pabellones dentro del sistema de espacios verdes de la ciudad, fundamentalmente en los nuevos parques de las áreas suburbanas de reciente creación, en un intento de establecer una nueva relación arquitectura-paisaje donde todo es uno. Después, veladuras, transparencias, aire, luz… Elementos de la naturaleza de los que nos apropiamos e incorporamos a una arquitectura que quiere ser elemental y establecer un intenso y enriquecedor diálogo con su entorno.
Todo ello nos ha llevado a diseсar una pieza, en cierto modo, abstracta, ya que además siempre resultará observada desde los edificios próximos, que contemplarán el pabellón desde cierta altura. De ahí que hayamos propuesto una sencilla envolvente o sección extrusionada, a modo de marco, donde la cubierta está en continuidad con los planos verticales cortos, entendiendo así desde el espacio la operación que pretendemos, un objeto que se posa sobre el terreno y que incide en su condición de pabellón.


 


Constructivamente hemos empleado para el marco un sistema de paneles ligeros de hormigón pre-industrializados poco habitual en nuestro país, con núcleo en forma de panel ondulado de poliestireno expandido (EPS) sobre el que se proyecta micro hormigón estructural, proporcionando una gran reducción en los plazos de construcción, altísima resistencia, mayor durabilidad y mantenimiento nulo. Asimismo, proporcionan un elevado grado de aislamiento que favorece el ahorro energético. Los dos frentes largos, en contacto con los parques y su sistema viario de accesos, constituyen los cierres del marco, construidos en acero galvanizado micro perforado y plegado, en piezas de suelo a techo, que ponen en contacto el interior con el exterior.
El estudio del espesor de las chapas, tamaño de las perforaciones y porcentaje de estas frente a lo macizo, así como el ritmo de los plegados, nos permitió llegar a la solución finalmente construida en la que, de día, el exterior se contempla como un objeto sólido y opaco, misterioso, mientras que desde el interior los límites se desmaterializan por completo haciéndose transparentes y ligeros como si de una gasa o cortina se tratara, fundiendo el pabellón con el parque. Por la noche el interior se vuelve luminoso y el pabellón se convierte en lámpara de referencia, revelando su contenido y señalando la existencia de los parques, reafirmando su condición pública.




 La puerta de acceso al pabellón se oculta en uno de los frentes metálicos, en el punto señalado por la rampa. El empleo de las chapas de acero plegadas garantiza, además, la seguridad del pabellón contra el vandalismo y los robos, algo por desgracia todavía demasiado frecuente en nuestras ciudades. El programa de usos requerido es muy sencillo: vestuarios para los jardineros, almacenes para herramientas y aparcamiento para carritos de limpieza. Se ha realizado una distribución muy compacta y muy clara de los usos hasta el punto de que no existen espacios de circulación. Otra cosa no tiene sentido en un pabellón. El aparcamiento de carritos, que hace las veces de acceso, varía su tamaño en cada pabellón por las razones comentadas al inicio, articulando vestuarios y almacenes a los lados, haciendo las veces de distribuidor. Todos los espacios se conectan mediante puertas correderas favoreciendo la fluidez y la continuidad espacial del interior.
Construcción compacta y sencilla, de costes muy reducidos, que solo pretende ser una visión contemporánea del tema del pabellón (urbano) en un jardín (urbano), casi solo sombra, aire y aroma.

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Obra: Pebellones de arbolado
Arquitecto: Israel Alba Ramis. Arquitecto asociado: Mónica Domínguez
Colaboradores: Javier Traver, Samir M’hamdi, Inés Steuber, Zina Petrikova
Año: 2007-2009
Emplazamiento: Madrid, España
Fotografías: Jesús Granada. www.jesusgranada.com
Fuente: Tectonica

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