El proyecto pretende alcanzar un compromiso entre el cumplimiento de la normativa y la voluntad de dotar de identidad al edificio. En una manzana del madrileño Ensanche de Vallecas se alzan las sesenta y cuatro viviendas de protección pública construidas por el estudio de Óscar Rueda y María José Pizarro para la Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid, fruto del concurso celebrado en 2005.
Así, partiendo de la volumetría de la manzana cerrada tradicional, establece una serie de operaciones para conseguir unas viviendas con un mayor confort climático, térmico y lumínico: en primer lugar, el volumen se desocupa en la fachada noreste logrando la mayor superficie posible con orientación sur y ajustando el exceso de edificabilidad; en segundo lugar se baja la altura de la fachada sur y se crea un plano inclinado que permite un mayor soleamiento, en tercer lugar, la planta baja se retranquea 2,85 metros salvando el chaflán y creando un espacio ajardinado que permite una mayor privacidad en las viviendas; y, por último, se inclina la fachada en las últimas plantas, configurando una envolvente continua.
Además, el edificio está diseñado con un sistema energético y protección climática del sistema constructivo que optimiza el consumo de energía.
Más información en la web de Rueda-Pizarro.
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