El proyecto Big Time Bcn, creado por el colectivo de arquitectos 300.000 km/s, visualiza la información de 3.000 monumentos y 70.000 edificios y parcelas de la ciudad
Que La Pedrera, la Sagrada Familia o la catedral de Barcelona
son bienes protegidos es evidente. Sin embargo, en la capital catalana
hay muchos otros monumentos, de los 3.000 en total, que pasan
desapercibidos al ciudadano de a pie. Ahora, y gracias al mapa interactivo Big Time Bcn, es posible descubrir y redescubrir hasta 2.000 años de historia de la ciudad a través de la visualización de este patrimonio y de unas 70.000 parcelas urbanas.
La web, creada por el colectivo de arquitectos 300.000 Km/s, representa el Catálogo de Patrimonio de Barcelona sobre una base cartográfica dinámica. Monumentos, murallas, conventos, edificios residenciales e industriales, elementos escultóricos y de mobiliario urbano, etc., todo ello situado sobre el mapa actual de la ciudad con fechas de edificación, nombres de arquitectos y otra información que el mismo registro del Ayuntamiento de Barcelona ofrece pero de forma segmentada.
“Hemos georeferenciado esta información y facilitado su consulta”, comenta la arquitecta Mar Santamaría y autora del proyecto junto con sus compañeros de profesión Pablo Martínez y Oriol Hostench. Dicha información, añade Martínez, “en una base de datos no sirve de nada, teníamos que hacerla visible”. Los dos primeros, que forman 300.000 Km/s, cuentan con experiencia previa en el campo del Big Data, del Social Data y del Open Data aplicados al análisis urbano. El año pasado crearon atNight, un proyecto similar que situaba los puntos lumínicos sobre el mapa de Barcelona, entre otros aspectos como los cambios de humor de sus habitantes.
Con el fin de aportar valor y dar a conocer la riqueza y la importancia de la conservación del patrimonio arquitectónico y urbano, los impulsores también han transformado los datos del Catastro nacional en cartografía visual. “Actualmente, estas informaciones son accesibles, pero no reutilizables, y su consulta no está facilitada a través de su publicación”, comentan. Así, el mapa muestra la edad de más de 70.000 parcelas urbanas, ordenadas (por colores) en función del año de construcción.
Los 3.000 bienes protegidos, en cambio, están clasificados según su nivel de protección: A, el grado máximo que incluiría edificios como el Palau de la Generalitat; B, los bienes de interés local situados en su mayoría en el Eixample o Ciutat Vella; y los de la categoría C, de interés urbano como, por ejemplo, los conjuntos de casas. En una categoría a parte están, además, los yacimientos arqueológicos (en naranja) como, por ejemplo, los que se encuentran en el distrito de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera.
Los creadores del proyecto, como profesores del Máster en Restauración de Monumentos de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Barcelona, echaron en falta “un plano único que visualizara toda la información de forma completa y que nos ayudara a hacer un reconocimiento global de todo lo que hay en la ciudad”, explican.
La herramienta, que se presenta oficialmente esta tarde, 25 de Abril, a las 19.45 horas en el marco de las II Jornadas de Periodismo de Datos y Open Data 2014, se puede consultar tanto de forma online como a través de la aplicación móvil para Android. ¿A quién va dirigida? A historiadores, diseñadores y estudiantes, pero también a turistas y a barceloneses, que quieran recuperar la memoria arquitectónica de su ciudad.
La web, creada por el colectivo de arquitectos 300.000 Km/s, representa el Catálogo de Patrimonio de Barcelona sobre una base cartográfica dinámica. Monumentos, murallas, conventos, edificios residenciales e industriales, elementos escultóricos y de mobiliario urbano, etc., todo ello situado sobre el mapa actual de la ciudad con fechas de edificación, nombres de arquitectos y otra información que el mismo registro del Ayuntamiento de Barcelona ofrece pero de forma segmentada.
“Hemos georeferenciado esta información y facilitado su consulta”, comenta la arquitecta Mar Santamaría y autora del proyecto junto con sus compañeros de profesión Pablo Martínez y Oriol Hostench. Dicha información, añade Martínez, “en una base de datos no sirve de nada, teníamos que hacerla visible”. Los dos primeros, que forman 300.000 Km/s, cuentan con experiencia previa en el campo del Big Data, del Social Data y del Open Data aplicados al análisis urbano. El año pasado crearon atNight, un proyecto similar que situaba los puntos lumínicos sobre el mapa de Barcelona, entre otros aspectos como los cambios de humor de sus habitantes.
Con el fin de aportar valor y dar a conocer la riqueza y la importancia de la conservación del patrimonio arquitectónico y urbano, los impulsores también han transformado los datos del Catastro nacional en cartografía visual. “Actualmente, estas informaciones son accesibles, pero no reutilizables, y su consulta no está facilitada a través de su publicación”, comentan. Así, el mapa muestra la edad de más de 70.000 parcelas urbanas, ordenadas (por colores) en función del año de construcción.
Los 3.000 bienes protegidos, en cambio, están clasificados según su nivel de protección: A, el grado máximo que incluiría edificios como el Palau de la Generalitat; B, los bienes de interés local situados en su mayoría en el Eixample o Ciutat Vella; y los de la categoría C, de interés urbano como, por ejemplo, los conjuntos de casas. En una categoría a parte están, además, los yacimientos arqueológicos (en naranja) como, por ejemplo, los que se encuentran en el distrito de Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera.
Los creadores del proyecto, como profesores del Máster en Restauración de Monumentos de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Barcelona, echaron en falta “un plano único que visualizara toda la información de forma completa y que nos ayudara a hacer un reconocimiento global de todo lo que hay en la ciudad”, explican.
La herramienta, que se presenta oficialmente esta tarde, 25 de Abril, a las 19.45 horas en el marco de las II Jornadas de Periodismo de Datos y Open Data 2014, se puede consultar tanto de forma online como a través de la aplicación móvil para Android. ¿A quién va dirigida? A historiadores, diseñadores y estudiantes, pero también a turistas y a barceloneses, que quieran recuperar la memoria arquitectónica de su ciudad.
Gina Tosas para La Vanguardia