Cuando todo el equipo que confeccionamos el anterior portal (sírvanse cambiar la primera “i” de lugar e inmediatamente les recordará algo) nos constituimos en una nueva empresa junto con el resto del “corpus” productivo, nos planteamos seriamente cuales debían ser los cambios a realizar en el nuevo portal ya que, desde ese momento, carecíamos de limitación alguna y podíamos hacer, de una vez por todas, lo que creíamos más conveniente.
Hicimos nuestra lista y, en cuanto empezamos a trabajar, nos dimos cuenta que estábamos empezando por un trabajo que no constaba en nuestra hoja de ruta. Lo realizábamos automáticamente y no habíamos caído en la cuenta de que era sumamente importante.
Se trataba de no hacer faltas de ortografía, de no separar el sujeto y el predicado de una frase con comas y de no utilizar infinitivos en lugar de imperativos, además de otras vulgaridades similares.
Esa tarea a la cual no dábamos ninguna importancia puesto que está totalmente integrada en nuestra forma de ser y formación pasará, sin duda, a ser el primer factor diferencial entre un portal y otro, entre una empresa y otra, entre un tipo de personas y otro, y, como esperamos sepan apreciar algún día, entre un trato con el cliente y otro; un servicio y otro, en definitiva.
A parte de esta inmensa pequeñez, podrán apreciar que el diseño del portal se adapta a la dimensión de la ventana, que es capaz de detectar la resolución de su monitor y distribuir las filas y columnas de proyectos en función de la resolución detectada, que ya no está construido con “frames”, lo cual lo hace más fácil de indexar, y que carece de textos grandilocuentes y autocomplacientes destinados, mas bien, a intentar dar una explicación a aquello que ni quien lo ha puesto en marcha entiende.
Nosotros entendemos lo que estamos haciendo. Sabemos que Vd. también lo entiende.
Tan solo falta que nos pongamos en contacto y empecemos a construir juntos.