El Taller de Restauración de Yeserías y Alicatados de la Alhambra ha inventado un mortero para la restauración de todo tipo de obras que, elaborado con minerales de propiedades fluorescentes, permite, proyectando sobre la superficie restaurada una luz ultravioleta, identificar la materia añadida en el proceso de restauración, incluso con las pátinas añadidas con el paso del tiempo.
Este mortero ya ha sido patentado por el Patronato de la Alhambra y el Generalife con el nombre 'Procedimiento de Reconstrucción de Obras Artísticas' y fue ideado por el jefe del Taller de Restauración de la Alhambra, Ramón Rubio Domene.
El método, que ya ha sido utilizado en la restauración de yeserías de la Alhambra, puede aplicarse a toda clase de obras, y con cualquier tipo de mortero, siempre que se apliquen a la mezcla las partículas fluorescentes, que aportan un nuevo código de color con la radiación de luz ultravioleta, según informa en una nota la Universidad de Granada.
El nuevo mortero contiene un copolímerocon, con cargas minerales de propiedades fluorescentes con el que se permite acabar con la reproducción de falsos históricos, deja en manos de todos el alcance de la intervención, respeta intervenciones de épocas pasadas y mantiene el decálogo de la restauración mediante la reversibilidad y la diferenciación.
Esta y otras muchas aportaciones constituyen el libro 'Yeserías de la Alhambra', que ha sido publicado por la editorial de la Universidad de Granada en colaboración con el Patronato de la Alhambra y el Generalife, y es fruto, a su vez, de una tesis doctoral defendida en su día por el autor en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada.
Pocos estudios
A juicio de Ramón Rubio, el término correcto para designar las decoraciones de los muros de la Alhambra, atendiendo al material existente, y según el resultado de los análisis realizados, debe ser el de "yeserías", relegando el término "estucos" para hacer referencia a las decoraciones realizadas en la restauración del siglo XIX, con claros ejemplos en los zócalos de la Sala de los Reyes, y en el alfiz de las dos puertas de la fachada de Comares. Por su parte, el término "escayola" debe usarse para designar aquellas piezas realizadas desde las restauraciones en época de Contreras hasta nuestros días.
Aunque son numerosos los estudios que desde el punto de vista histórico-arqueológico se ha realizado sobre yeserías de la Alhambra, apenas existen trabajos científico-técnicos relativos a los problemas de conservación. Para Ramón Rubio Domene, uno de los objetivos primordiales de este trabajo realizado durante muchos años ha sido "datar y caracterizar el material de las yeserías decorativas de la Alhambra, así como sus componentes y comportamiento".
Asimismo, el autor da cuenta en su libro de que la mayor parte del estudio ahora publicado ha sido posible "por la oportunidad de intervenir sobre diversas piezas de yeserías, lo que supone establecer una relación directa con la obra en el transcurso de su restauración, y poder confirmar la presencia de materiales constitutivos asociados a épocas concretas".