Las zonas más afectadas por el terremoto del 27 de Febrero son aquellas que evidencian una mala planificación, una baja aptitud urbana: suelos inestables, construcción sobre terrenos anegadizos y, en el caso de la ciudad de Constitución, la ausencia de una solución de integración entre la ciudad, el borde costero y el estuario del rio Maule.
Sustentado en ello, la Escuela de Arquitectura de la Usach acuerda el mes de marzo de 2010, un convenio con la Municipalidad de Constitución para que el Taller Intensivo de Titulo, se dedique a la formulación de proyectos de arquitectura y diseño urbano con el fin de disponer de una batería de propuestas para optar a programas concursables. En el presente artículo se presentan algunos trabajos y se profundiza el análisis sobre la problemática.
Constitución, enclavada entre el rio y el mar
Fundada a orillas de un río y junto al mar, Constitución en sus primeros tiempos es una pequeña villa dedicada a la pesca y la navegación. El estuario que río y mar engendran, anida la relación entre las aguas que los atrevidos lanchones maulinos surcan, llevando y trayendo por el litoral los frutos del país. Después, llegan hombres de tierra adentro que con sus aparejos ocupan la orilla tal como el campesino labra la tierra, hasta el límite mismo de la caja del río, sin dejar lugar a los suspiros del agua. Entonces, una noche caliente de febrero las olas expresaron un lenguaje siniestro, abalanzándose con estrépito y dolor sobre la orilla del río, inundando el olvidado sulcus primigenius. El lecho original del rio.
Caleta de pescadores y tajamar de protección en río Maule. Alumno Pablo Sentis, 2010
Los destrozos del sismo del 27F sobre la estructura urbana, el artefacto construido de nuestras ciudades y su alto precio en vidas humanas, son nuestra oportunidad de repensar el modelo de desarrollo y las variables de ocupación del territorio. La naturaleza ha puesto en evidencia la falta de relación de los trazados urbanos con los elementos naturales que determinan la orilla de las ciudades. Y de paso, nos permiten razonar acerca del papel que deben jugar los edificios institucionales y los espacios públicos como factores de articulación entre las piezas del puzzle urbano y como oportunidades de mitigación de los fenómenos naturales.
Tajamar y parque fluvial para actividades recreativas y lúdicas. Alumnos Osvaldo Nangarí, 2010
La imagen del día después no puede ser más reveladora: las zonas mayormente afectadas por el evento telúrico presentan bajas aptitudes urbanas, ya sea por situarse en terrenos inestables, áreas de relleno o en las márgenes anegadizas de los cuerpos de agua; ocupaciones urbanas que rara vez guardan la conveniente distancia y el tratamiento que debemos observar en las áreas de riesgo. Son estas imprudencias las que matan las personas y destruyen sus bienes patrimoniales.
Existen muchas instituciones para atender las emergencias que se hacen presentes a partir del propio sismo. Después de 6 meses del evento, queda demostrado que una respuesta parcial y precaria de la emergencia multiplica el surgimiento de nuevas emergencias. Por nuestra parte, nos proponemos diseñar el futuro, recomponiendo las relaciones del organismo urbano con sus elementos naturales y resituando el papel del aparato productivo.
Tratamiento de márgenes fluviales del río Maule. Alumno Jonathan Cares, 2010
El suelo arrasado que deja a su paso el ir y venir del tsunami, nos brinda la oportunidad para modificar el modelo de ocupación de las márgenes del cuerpo fluvial que se constituye en el eje vertebrador de la ciudad, transformando estas áreas en piezas de alto valor urbano: espacios productivos, recreativos y lúdicos. Los proyectos de arquitectura formulados por los alumnos del Taller Constitución, se sustentan en la premisa de que la obra singular debe irradiar en su entorno urbano y constituirse en memoria del hecho, en referente urbano y en plataforma de salvamento frente al desastre.
Caleta de pescadores y muelle turístico en río Maule. Alumno Braulio Días, 2010
De paso, las operaciones de diseño que definen la intensidad y envergadura de los programas propuestos para “orillar” las márgenes alteradas por el evento sísmico y tsunami, constituyen estrategias de reurbanización que permiten situarnos en el futuro, distanciándonos de las acciones de urgencia y emergencia justificables en un primer momento, pero que lastran la reflexión sobre el proyecto de ciudad.
edificando