Casa unifamiliar en Barcelona siguiendo la proporción áurea o número de oro al que converge la serie de Fibonacci. La casa tiene una geometría minimalista en forma de un tubo en voladizo con una sección de rectángulo áureo. El tubo está perforado con un patio interior que permite la entrada de la lluvia e introduce el paisaje iluminando la zona de distribución. En este patio hay una cascada por la que cae el agua de lluvia que recoge parte de la cubierta.
La fachada más larga está orientada a Sur y aprovecha el asoleo en invierno y la ventilación cruzada con la fachada norte para renovar y refrigerar el interior en verano. La cubierta ajardinada, accesible por la parte posterior, queda integrada en el paisaje y ofrece vistas hacia la montaña y el valle. El acceso a esta cubierta se inspira en la casa de Curzio Malaparte, obra del arquitecto Adalberto Libera..