lunes, 20 de febrero de 2012

Hipótesis de Madrid

La alcaldesa aseguró que este será el mandato del Plan de Ordenación Urbana y convocó a los ciudadanos a participar
Recogemos el ofrecimiento e invitamos a cinco arquitectos a pensar la ciudad del futuro


, El País

Lo dijo la propia alcaldesa en su discurso de investidura el pasado 27 de diciembre: “Esta va a ser la legislatura del Plan General de Ordenación Urbana. Mi objetivo es que esté redactado al culminar la legislatura. Me gustaría que todos los madrileños se sintieran convocados a este proyecto. El Plan General tiene que ser un gran instrumento de participación y diálogo, de modernización y dinamismo. Un gran instrumento que nos permita crear las bases del Madrid del siglo XXI”. Aceptando la invitación de la alcaldesa, EL PAÍS ha pedido a cinco arquitectos y urbanistas de prestigio que expongan cómo debería actuarse para construir el Madrid del futuro. La época de las grandes construcciones ha terminado. Pero la crisis, coinciden todos, no tiene por qué ser freno para abordar lo más necesario.
ANDRÉS JAQUE: Construir lo mínimo

“Hay que mejorar la experiencia diaria de la ciudad. En las últimas décadas se ha consolidado en Madrid una constelación de parques de calidad, pero la experiencia de la ciudad es dinámica, y tan importante como los parques es cómo se conectan entre sí. La prioridad es, cambiando lo mínimo, habilitar corredores de alta calidad medioambiental que conecten el parque Juan Carlos I con el Juan Pablo II, con el parque Tierno Galván, con el parque de la Gavia, el parque de la Fuente del Berro, El Retiro, Sabatini, Madrid Río, Usera, la Casa de Campo, el Pardo, el parque del Oeste, la Ciudad Universitaria, la Dehesa de la Villa y el parque de Villa Rosa. En esos corredores deben habilitarse recorridos para bicicletas y peatones, pero también integrar los servicios públicos y el acceso a las instituciones culturales.

Madrid sigue siendo una ciudad con un centro muy activo y una extensa periferia poco articulada. El reto es cómo convertirnos en una ciudad policéntrica en la que cada barrio tenga sus oportunidades de interacción social. Sería estupendo poder detectar los lugares que ahora tienen éxito de convocatoria, como mercados de barrio, salida de los colegios, centros médicos, y agrupar ahí nuevos usos complementarios (guarderías, centros de día para mayores, locales de ensayo para músicos jóvenes). Muchas veces no hace falta habilitar nuevos espacios, sino jugar con los tiempos. ¿Por qué no usar los pasillos de los mercados, una vez que hayan cerrado sus puestos, como aulas de formación profesional para adultos?



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