Investigadores de la US han instalado el primer jardín vertical activo
de Europa en la ETSI. Esta superficie activa vegetada de 16 m2 actúa
como biofiltro depurando el aire y como sistema de enfriamiento
evaporativo, consiguiendo un gran ahorro energético en climatización al
reducir la necesidad de renovación del aire y al bajar la temperatura de
éste de forma natural. Al elevado valor ornamental y estético que
presentan los jardines verticales tradicionales hay que añadirle este
nuevo componente activo de acondicionamiento del aire que ayuda a
combatir el llamado “Síndrome del Edificio Enfermo”.
La Empresa de Base
Tecnológica Terapia Urbana, formada por tres ingenieros agrónomos y dos
arquitectos de la Universidad de Sevilla, apuesta por la Naturación
Urbana como herramienta para integrar la naturaleza en los edificios y
en las ciudades. Con esta iniciativa, que surgió en 2006, trata de
resolver problemas energéticos y ambientales en edificios como la
emisión de CO2 a la atmósfera, el acondicionamiento natural del aire, la
pérdida de humedad del aire que ejercen los equipos de aire
acondicionado tradicionales y que provoca el resecamiento de las mucosas
respiratorias, o la escasez de zonas verdes en el ámbito urbano, entre
otros.
El profesor de la Universidad de Sevilla y miembro de
Terapia Urbana, Antonio Franco Salas, explica que el aire procedente del
exterior del edificio o de las zonas elevadas del interior del mismo se
hace pasar, gracias a una serie de ventiladores, por el interior del
jardín vertical. Al salir de éste, el aire disminuye su temperatura e
incrementa su humedad, además de eliminar polvo, polen y gases orgánicos
volátiles, gracias a la biofiltración. La reducción de temperatura
puede llegar a ser de hasta 10 grados centígrados si el aire procede del
exterior en una época estival como la de Sevilla, con temperaturas por
encima de los 40ºC y baja humedad. “Este tipo de jardín vertical activo
se puede integrar con el sistema de climatización existente en el
edificio, el jardín atempera el aire de manera que al ser enfriado
previamente requiere de un menor salto térmico por parte de la equipo
convencional de climatización. Esto se traduce en un menor consumo
eléctrico de la máquina de climatización tradicional”.
Además,
esta superficie vegetada cuenta con sistema de sensores y actuadores que
permiten controlar a tiempo real los flujos de aire involucrados en el
proceso y el estado de la vegetación a partir de la medida de distintos
parámetros, tales como la humedad y temperatura del aire, pH y
conductividad eléctrica de agua. Asimismo, dispone de un sistema de
alarma que detecta con antelación cualquier anomalía en su
funcionamiento. Todo esto ha podido ser gracias a la empresa IDENER,
otra EBT de la Universidad de Sevilla. “Este sistema hace que el
mantenimiento de nuestros jardines verticales sea más fácil abaratando
sus costes”, asegura Franco Salas.
Jardines verticales de reducido tamaño
Otros
dos miembros de Terapia Urbana y profesores también de la Universidad
de Sevilla, Rafael Fernández Cañero y Luis Pérez Urrestarazu, están
trabajando en un nuevo proyecto de naturación mediante jardines
verticales de reducido tamaño y de alto valor estético para el sector
residencial y de oficinas y comercios, sin necesidad de acometer
importantes obras de instalación. La transferencia de esta nueva
tecnología pretende que sea a finales de este mes de octubre, en la que
empezará a comercializarse internacionalmente a través de Terapia Urbana
con el nombre de “lienzo naturado” o también “Slim Greenwall”.
El
“Slim Greenwall” o “lienzo naturado” pretende ser “una ventana a la
naturaleza en espacios interiores, tanto en oficinas y comercios como en
viviendas”, señala Fernández Cañero. Se trata de una superficie del
tamaño de un cuadro, aproximadamente, que contiene un medio de cultivo
hidropónico para la vegetación junto con un sistema de almacenamiento y
alimentación autónomo, que permite instalar el jardín vertical de manera
rápida y sencilla.
Universidad de Sevilla
Construible