CGAC. Santiago de Compostela. 25 febrero - 8 mayo
En el largo periplo de la abstracción, que pronto cumplirá un siglo de su partida, ha sido constante su deriva en dos sentidos opuestos y complementarios, bien por el camino que prima la expresión inmediata, espontánea y directa, bien por el que se orienta según el cálculo, el rigor y la norma. Resulta constatable que en las dos últimas décadas, pintores procedentes de tradiciones nacionales tan diferenciadas como Richard Aldrich, José Loureiro, Nico Munuera y Juan Uslé coinciden, sin embargo, en un entendimiento común que sustenta sus prácticas en una base racional, que no constituye nunca un sistema impositivo y cerrado, y que se abre al impulso momentáneo e impensado del artista.