lunes, 10 de enero de 2011

El museo de El Sidrón toma forma. El estudio coruñés de Pablo Gallego ha ganado el concurso de ideas para el diseño del centro


La joya de Piloña, como en su día aludió su alcalde a la cueva de El Sidrón, ya tiene su cofre . El responsable de su diseño es el estudio Pablo Gallego Picard, ganador del concurso de ideas del proyecto arquitectónico del futuro museo de los neandertales, que se levantará en la finca de la Huelgas, en Villamayor.
Fueron precisamente las palabras de Camilo Montes, según reconoció ayer el propio Pablo Gallego, las que inspiraron a este arquitecto a la hora de diseñar el proyecto que, bajo el nombre cofre , resultó elegido entre 173 trabajos.
Se trata de un edificio que gira en torno a una gran caja o cofre, levantado y algo inclinado, y diseñado para albergar la sala de exposiciones, que incluirá la recreación a escala de parte de la cueva, -las galerías del osario, donde se hallaron los restos, y del río, la principal-, así como réplicas y originales de los hallazgos o un recorrido por la historia de los neandertales vinculado al estudio del ADN.
Este será sin duda el corazón del museo. En su diseño el arquitecto Pablo Gallego ha querido jugar con la luz, simulando a la que fluye a través de las grietas de una cueva, así como con la sensación de pérdida de gravedad que genera la oscuridad en una cueva. De ahí la ligera inclinación del cofre, bajo el que se situará el salón de actos y los espacios públicos comunes, como la cafetería o el hall de entrada.
En torno a ese cofre irán ubicados de un lado los talleres y de otro el espacio reservado para las tareas administrativas y de investigación, que ocuparán sendos espacios que nacen de la caja central en forma triangular.
El resto del proyecto diseñado por el estudio coruñés de Pablo Gallego Picard se completa, ya en el exterior, con un aparcamiento longitudinal y un parque de robles y castaños, así como con el diseño de los accesos desde la nacional.
Un proyecto exigente Diseñar el futuro museo de El Sidrón no ha sido fácil. “No fue algo que surgiese a la primera sino que ha sido resultado de encajar una serie de exigencias concretadas en el programa”, señaló ayer Pablo Gallego. Además de estar sujeto a las limitaciones de la parcela, en forma triangular, lo que ya de por sí limita bastante.
Aún con todo el proyecto salió adelante. “Es un reto atractivo y muy apetecible”, apuntó Pablo Gallego para quien este será su primer trabajo en Asturias.

La voz de Asturias